El rendimiento de los nuevos procesadores de la serie Core Ultra 9 200S de Intel basados en Arrow Lake está por debajo de lo esperado, especialmente en lo que se refiere al rendimiento en juegos. La compañía ha reconocido que es consciente de los problemas de rendimiento y que está trabajando para resolverlos. En una entrevista concedida a HotHardware, Robert Hallock, Vicepresidente de IA de clientes y marketing técnico de Intel, compartió las causas de estos problemas y los planes para solucionarlos.
Hallock subrayó que, aunque la arquitectura básica de los procesadores Arrow Lake es robusta, algunos factores se combinan para causar una degradación no deseada del rendimiento. Al afirmar que estos problemas son responsabilidad exclusiva de Intel, Hallock explicó que Microsoft u otros terceros no tienen nada que ver con esta situación. En concreto, se cree que las degradaciones del rendimiento de los juegos se deben a interacciones inesperadas causadas por el diseño del procesador.
Planes de solución y calendario
Intel está trabajando activamente para solucionar estos problemas de rendimiento. Hallock declaró que tienen previsto proporcionar una actualización completa sobre las causas y soluciones de los problemas a finales de noviembre o principios de diciembre. Afirmando que la aplicación de la solución será sencilla para los usuarios, Hallock dijo que el problema puede arreglarse con la actualización de la BIOS y las actualizaciones de Windows.
Intel se centrará en optimizaciones de software y hardware para mejorar el rendimiento de los procesadores Arrow Lake. La compañía pretende realizar las correcciones necesarias analizando en detalle los factores que afectan al rendimiento de los juegos para mejorar la experiencia del usuario. En este proceso, está previsto desarrollar soluciones más eficaces teniendo en cuenta los comentarios de los usuarios.